Cambio de discurso en el carácter de la mirada bajo las hojas.
Personas que no llegan al metro de estatura son los principales espectadores de esta pintura mural ubicada en el patio del colegio de primaria de Alfamén.
Observo a Ane jugando en ese mismo patio mientras Amaia está subida en la grúa y entra a debate en mi parte del mural si la idea inicial era la adecuada, la mirada de un niño desafiante.
No estoy seguro si hice lo correcto, pero el debate estaba ahí y solo tenia unos días para darle solución a esta pintura.
Este cambio de última hora, darle tantas vueltas al carácter de esta mirada quizá repercutió en calidad pictórica a los ojos de un adulto.
Sin embargo, creo que hice lo correcto pensando exclusivamente en los pequeños espectadores, (es su patio de juego, y nuestro trabajo estará ahí por años siendo parte de su día a día durante mucho tiempo), y aún perdiendo algo de calidad, para estos pequeños estoy seguro tiene mucho más sentido, esta mirada más inocente e infantil.
Basada en la mirada de mi pequeña Ane.
